Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: https://hdl.handle.net/20.500.12104/95654
Título: The circadian control of eating
El control circadiano de la alimentación
Editorial: Universidad de Guadalajara
Descripción: Eating is a complex behavior that is primarily governed by energy homeostasis and modulated by hedonic cues. Eating is also structured in time, due to circadian clocks that control its daily rhythmicity. These circadian clocks are organized into a network of several oscillating structures, including a master clock in the suprachiasmatic nuclei of the hypothalamus and several secondary clocks in the brain and peripheral organs. The light-entrainable master clock is a conductor for the secondary clocks via neuroendocrine signals. In contrast to the master clock, most secondary clocks are sensitive to the synchronizing effect of meal time. Besides controlling the daily feeding/fasting cycle, several coupled secondary clocks in the brain defining a so-called “food clock” also adjust the timing of meal anticipation, a rhythmic behavior that mammals exhibit right before scheduled feeding time. There are reciprocal interactions between energy metabolism and circadian rhythmicity. On the one hand, metabolic alterations, like obesity and type 2 diabetes, are frequently associated with circadian disturbances. On the other hand, circadian disturbances have deleterious effects on metabolic health. Feeding cues, such as meal timing, nature of the diet and quantity of ingested food, are strongly involved in these circadian disturbances. For instance, eating many calories at the “wrong” phase of the living cycle (e.g., at night for humans or during daytime in nocturnal animals) has obesogenic consequences. Besides management of total energy intake and expenditure, experimental evidence is given to show that daily timing of calorie intake, duration of eating window, together with a long enough nocturnal fasting are newly identified actors of energy balance. Accordingly, new nutritional strategies should be developed based on personalized chrononutrition.
Comer es un comportamiento complejo que es dirigido principalmente por la homeostasis energética y modulado por señales hedónicas. Comer es también una conducta estructurada en el tiempo, debido a los relojes circadianos que controlan su ritmicidad diaria. Estos relojes circadianos se organizan en forma de red en la cual participan diferentes estructuras oscilantes, entre lo que se incluye un reloj maestro, ubicado en los núcleos supraquiasmáticos del hipotálamo y varios relojes secundarios en el cerebro y los órganos periféricos. El reloj maestro, ajustado por la luz, coordina la actividad de los relojes secundarios a través de señales neuroendocrinas. A diferencia del reloj maestro, la mayoría de los relojes secundarios son sensibles al efecto sincronizador de la hora de comer. Además de controlar el ciclo diario de alimentación/ayuno, en el cerebro un grupo de relojes secundarios vinculados, que definen el llamado "reloj de la alimentación", también ajustan el momento de la anticipación de la comida, un comportamiento rítmico que los mamíferos presentan justo antes de la hora programada para comer. Existe una interacción recíproca entre el metabolismo energético y la ritmicidad circadiana. Por un lado, las alteraciones metabólicas, como la obesidad y la diabetes de tipo 2 están asociadas frecuentemente a alteraciones circadianas. Por otro lado, las alteraciones circadianas tienen efectos nocivos para la salud metabólica. Las señales marcadoras de la alimentación, como el horario de las comidas, la naturaleza de la dieta y la cantidad de alimentos ingeridos, están muy implicadas en estas alteraciones circadianas. Por ejemplo, ingerir muchas calorías en la fase "equivocada" del ciclo vital (por ejemplo, por la noche en el caso de los humanos o durante el día en los animales nocturnos) tiene consecuencias obesogénicas. Además de la gestión de la ingesta y el gasto totales de energía, se aportan evidencias experimentales que demuestran que el momento diario de la ingesta de calorías, la duración de la ventana de la alimentación, así como un ayuno nocturno lo suficientemente prolongado, son identificados como los nuevos actores del equilibrio energético. En consecuencia, deberían desarrollarse nuevas estrategias nutricionales basadas en la crononutrición personalizada.
URI: https://hdl.handle.net/20.500.12104/95654
Otros identificadores: http://jbf.cusur.udg.mx/index.php/JBF/article/view/14
Aparece en las colecciones:Revista Journal of Behavior and Feeding

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